jueves, 25 de junio de 2015

En un mundo de dictados.

Hoy en día estamos tan limitados por nosotros mismos, por la propia sociedad, que en realidad no escogemos casi nada en la vida. Nos dicen como debemos vestir, como debemos vivir (estudiar una buena carrera, encontrar trabajo, casarnos, tener hijos...), hasta el aspecto físico que debemos tener; provocando así un odio hacia nuestra forma de vida, de pensar y hacia nuestro cuerpo.

Estamos muy condicionados en todos los aspectos. Nuestra vida ya está planeada incluso antes de haber nacido. Muchas personas ni siquiera son conscientes de que hay alternativas; no tenemos que vivir así. Existen miles de caminos que a lo largo del tiempo vamos descubriendo, saliendo del modelo de vida tradicional. Encontrando poco a poco lo que queremos y como lo queremos.

En este campo los prejuicios son lo que más daño nos hace, tanto a nosotros mismos como a los demás, con ellos ayudamos a seguir condicionados.
¿Qué más da que digan que esa carrera no tiene salida? ¿que ese sombrero ya no se lleva? ¿que no puedo hacer esto o lo otro? ¿que trabajar en lo que te gusta es casi imposible?
Sí, puede que sea poco probable, ¿pero imposible? No creo. Si ya matan nuestros sueños antes de poner el plan en marcha, no vamos a conseguir nada. Los que no lo pueden o pudieron conseguir te van a decir que es imposible.

Para conseguir lo que realmente queremos en la vida tenemos que dejar de oír esos ''no puedes'', ''es imposible'', y especialmente en estas fechas el ''con esa carrera vas a acabar en el paro''. ¿Quién te va a conocer mejor que tú mismo? El sueño es tuyo, y solo tú puedes saber si merece la pena alcanzarlo y cómo alcanzarlo. No dejes que otros decidan por ti.

Para ser felices tenemos que dejar de vivir según lo que se espera de nosotros, dejar de vivir para el resto, y empezar a vivir para nosotros. Es necesario abandonar los prejuicios, decir adiós a la forma tradicional de vida que nos tienen preparada, a la forma de actuar que esperan de nosotros... Ser lo más libres que podamos ser, dentro de la escasa libertad que tenemos. No seamos nosotros los que nos pongamos más barreras, que de eso ya se encarga el resto del mundo.