Empezando por el principio, está el "primer amor" o "el amor de la infancia". Y si, cuenta el vecino que te robaba los juguetes a los tres años. ¿Quien no tuvo uno de estos cuando empezó en preescolar?
El segundo es el más crudo, el ya llamado "amor imposible". Si nos paramos a pensar, este se puede unir con el anterior, como una carretera que se une con otra en algún kilómetro. Cada uno lo recuerda a su manera: con cariño, con nostalgia, con tristeza... Al final, con tiempo de margen, piensas en como habría sido mientras te das cuenta de que era eso, imposible.
Otros aún lo pueden estar pasando, y a toda esta gente, no me queda otra cosa que decirles que no hay nada que un poco de chocolate caliente y una buena sesión de
Ya para acabar está ahí el "amor eterno". Aquel que en algún momento pensamos que no tenemos, pero si, está ahí. Quizás alguien haya escuchado alguna vez algo sobre el hilo rojo, pues es esto precisamente.
Todos estamos unidos a alguien por un hilo rojo. Este hilo puede alargarse o acortarse, pero nunca se va a romper. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario