miércoles, 20 de enero de 2016

Si tu n'étais pas là.

''Tan estúpido soy que he venido a despedirme. He venido a decirte las cosas que nunca te he contado, he venido a que me odies, solo durante un rato, para que puedas irte tranquila. No vengo a correr detrás del tren en el que te marchas, no vengo a reconquistarte en el último momento, y por supuesto, no vengo a intentar que te quedes. Quizá te quiero un poco más que eso... Amar es dejar al ser amado en libertad. Te estoy dejando marchar ¿es mi muestra de amor suficiente?

Nunca fuimos de prometernos un futuro juntos, ni de planes, ¡no!, nosotros éramos mucho más espontáneos, más apasionados, más Venecia, menos premeditados... Ardemos como Troya, nos queremos como París; y así funcionamos, en un continuo y frágil ''tira y afloja'' que acabó por romper la cuerda que nos unía. Siempre tuve miedo de que un día te cansaras de esto... de mi. De agotadoras discusiones que terminaban en la cama, de ser fuego. Pero naturalmente el fuego se apaga.

Puede que ahora seas más agua y necesites fluir. Y ahora que apagaste el fuego definitivamente, están ante ti las cenizas de lo que solía ser, algo más triste y más solo. Quizás me torture el resto de mis días por no haber llegado a tiempo, porque el tren te llevó antes de que llegará yo. Y aún me odiaré más por no tener ni idea de a dónde podría enviarte esta carta; del silencio obligado ante el que he sucumbido, por no ser más decidido.

Y así acabó nuestra historia, muy diferente a las grandes historias de amor, no hubo despedidas, ni lágrimas, ni reconciliaciones, tan solo dos corazones apagados, dos almas despegadas, dos futuros separados. ''

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